Reconocimiento

Jornada en memoria de Luis Batalla

El sábado 26 de setiembre se colocó una placa al Luis Batalla, militante del PDC asesinado el 25 de mayo de 1972 en el Batallón de Infantería N° 10 de Treinta y Tres.

La placa fue colocada por la Comisión Especial de la Ley 18 596 que está integrada por representantes del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), el Ministerio de Salud Pública (MSP), el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos y Crysol.

El acto comenzó cuando María Teresa Batalla, hermana de Luis y sus hijas María Esther y Susana descubrieron la placa colocada frente al batallón militar donde fue asesinado. Luego habló Nicolás Pons, representante del MEC por la Comisión Especial, quién expresó que la creación de sitios de memoria son herramientas a disposición del estado para cumplir con los objetivos de justicia, memoria y reparación. Explicó que estas iniciativas stán ligadas al derecho de los pueblos a reconstruir su pasado para así conocer su memoria histórica. “Las acciones de memoria", comentó  Pons "han sido reconocidos por la comunidad internacional como uno de los pilares fundamentales para la lucha contra la impunidad y es por eso que aquí el estado uruguayo se hace presente”.

Hijas de luis Batalla, María Esther y Susana, y la hermana María Teresa Batalla

 

Una representante de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos leyó la carta que dicha organización envió a la prensa solicitando a todas las personas que tengan información sobre sus familiares, que la acerque a cualquier parroquia, templo o sinagoga de cualquier parte del país, a Nicaragua 1332 apartamento 205 o dejando un mensaje de voz al 08009942.

En tercer lugar tomó la palabra el colega de Luis, “Curita” Laxalte, quien en 1972  llevo adelante una campaña para evitar que la muerte de Luis sea considerada producto de un paro cardíaco en lugar de consecuencia de las torturas. Su discurso narra toda la historia desde la detención de Batalla hasta la interpelación parlamentaria que terminó en el reconocimiento de las torturas y la renuncia del Ministro de Defensa Enrique Magnani.

Laxalte contó que sus sospechas de que algo malo había pasado iniciaron al día siguiente de la detención de Batalla, cuando un grupo de militares golpearon la puerta de su casa preguntando cuáles eran los remedios para el corazón que tomaba su compañero, siendo que Luis no sufría del corazón. Cuando un compañero pasó en bicicleta por su casa, y sin detenerse gritó que Batalla estaba en la morgue del cementerio, Laxalte decidió movilizarse para conseguir abrir el cajón y realizar una autopsia.

A través de algunas gestiones logró que Perico, hermano de Luis con un alto cargo en la policía, autorice la llegada de dos médicos y el diputado Daniel Sosa Díaz para realizar la autopsia.  La comitiva la completaron periodistas y fotógrafos del PDC y el PC.

El paso siguiente fue realizar una denuncia frente al juez, quién ordenó una nueva autopsia. Esta autopsia fue la que determinó que la muerte se produjo por anemia aguda por ruptura del hígado, producto de los golpes. El diputado Sosa Díaz inició una interpelación parlamentaria que con la renuncia del Ministro de Defensa, Enrique Magnani.

Para finalizar, habló Isabel Wschebor, directora de la Secretaría de Derechos Humanos para el pasado reciente, y luego la hija de Luis, María Esther, con voz entrecortada se acercó al micrófono para agradecer a todos los que le hicieron llegar su apoyo, en nombre suyo y de su tía María Teresa.

 

 

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